¿Por qué se conmemora y no se celebra?

¿Qué podemos hacer el 8M desde las empresas?

El 8 de marzo en todo el mundo se conmemora la lucha de las mujeres para garantizar sus derechos y alcanzar la igualdad de género. Una fecha que marcó un antes y un después en la historia, y que nos invita, sin duda a seguir pensándonos como sociedad.

Se acerca esta fecha y empezamos a ver mensajes muy diversos tanto en las redes sociales, en nuestros grupos de WhatsApp y hasta en las vidrieras. La casilla de mail se llena de promociones en peluquerías y cena de “chicas”, y los puestos de flores parecen multiplicarse por cuadra.

También podemos escuchar que ya no queremos que nos deseen feliz día, y entendemos que no se trata de algo caprichoso, sino de una entender que no somos ajenos a nuestra historia.

El 8 de marzo de 1908, en la fábrica textil Cotton, en New York, Estados Unidos, asesinaron (no murieron) a 129 mujeres que estaban realizando una huelga en el lugar ¿qué pedían? Mejorar sus condiciones de trabajo y un salario igual al de los hombres. El dueño de la fábrica cerró las puertas del edificio, hubo un incendio, y así quedaron todas encerradas en el edificio.

El Día Internacional de Mujer nos recuerda que lejos de ser el sexo frágil, las mujeres somos fuertes, y merecemos igualdad, y que se respeten todos nuestros derechos. Cada manifestación alrededor del mundo representa la lucha de todas,

El 3 de junio del año del 2015, una convocatoria lanzada a través de las redes sociales bajo la consigna “Ni Una Menos”, como respuesta a una serie de femicidios ocurridos en el país, movilizó alrededor de 500 mil personas en diferentes localidades de la Argentina.

El movimiento inspiró a organizaciones feministas de otros países de América Latina como Chile, México, Perú y Uruguay, que tomaron el modelos y llevaron el mismo reclamos a las calles.

¿Y qué podemos hacer nosotros para que esto suceda? Mucho. No se trata de aleccionar a nadie, sino de trabajar en equipo e involucrarnos en pos de lograr el respeto y la igualdad por la que venimos luchando las mujeres.

La información siempre es una fuente muy poderosa, por lo tanto, cada vez que difundimos este mensaje, estamos invitando a la reflexión tanto a amigos, conocidos, como colegas. Y de la reflexión pasar a la acción.

¡Empecemos por esto sí!

• Conversar con los equipos de trabajo y revisar si estamos generando prácticas desiguales.
• Trabajar de forma consciente para derribar estereotipos de género.
• Promover el diálogo y habilitar canales de denuncias y/o consultas.
• Involucrar a los hombres en estas charlas.