Como ya vimos en la nota anterior, nuestra salud mental es clave en el desenvolvimiento diario. En esta oportunidad vamos a hablar acerca de aquellos hábitos y actividades que son fundamentales para crear una cultura del bienestar en nuestras vidas.
Si bien en apariencia todos sabemos cuáles son esos hábitos que nos conducen hacia una mejor calidad de vida, nunca está demás recordarlos y por sobre todo ponerlos en acción.
¿Es necesario que empecemos a hacer todo a la vez? En general los profesionales de la salud sugieren ir de a poco, para evitar la ansiedad que nos puede generar pasar de todo a nada y viceversa. Como diría el viejo dicho “sin prisa pero sin pausa”.
¡Comencemos!
Dormir lo suficiente
La falta de sueño puede conducir a una disminución de la atención y la concentración, así como a sentir mayor irritabilidad y ansiedad. Los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas cada noche.
Se recomienda no llevar el celular a la cama, evitar cualquier infusión estimulante como el café en las horas previas a dormir, y algo que no es un dato menor, mantener nuestro dormitorio en condiciones. Hay personas que antes de ir a dormir generan pequeños rituales como colocar un rico aroma en las sábanas, meditar o leer un libro.
Hacer actividad física regularmente
El ejercicio físico es una excelente manera de reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima. La clave es elegir qué nos gusta hacer. Hay personas que sienten que ir a un gimnasio las ordena, y otras tienen el hábito de caminar. Algunos eligen natación y otros bailar, pero el secreto a viva voz es la constancia, y un bue tip, es que el lugar al que concurrimos nos quede cerca ya sea del trabajo o de nuestra casa.
También existen aquellas actividades que nos ayudan a conocer nuestro cuerpo y a trabajar conectando con lo físico y lo emocional. Yoga, pilates, Tai Chi o estiramiento, son algunas de las propuestas que existen en diferentes espacios.
Llevar una dieta saludable
Una dieta saludable puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y la energía. Se recomienda consumir una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios. Reemplacemos la palabra dieta, para aprender a comer de forma consciente. Hacer las cuatro comidas y colaciones, y elegir lo que nos gusta llevando un equilibrio.
Una vida social activa
Las relaciones sociales son importantes para la salud mental. Compartir momentos con amigos y con la familia. Hacer actividades recreativas como ir al cine, salir a tomar un rico café, o simplemente pasar tiempo junto a nuestros seres queridos disfrutando de esa compañía.
Disfrutar del ocio
¡Sí, leíste bien! No todo en la vida son exigencias. Las pausas son necesarias y vitales para reiniciar. Escuchar música, cocinar, pintar o simplemente salir a la plaza y recostarse en el pasto.
Siempre estamos a tiempo de levantar la mano y decir: ¡ok, es mi turno!, para cuidarme y buscar una mejor calidad de vida.