Nuestros lectores plantearon preguntas a través de un artículo que publicamos a principios de mes. Por eso, seleccionamos las preguntas más populares, es decir, las que más gente nos enviaba y entrevistamos al Dr. Gustavo para aclararlas todas. ¿Aprendamos un poco más sobre cómo combatir el cáncer de próstata?
¿Cómo prevenir el cáncer de próstata?
Prevenir el cáncer de próstata pasa por adoptar hábitos saludables y realizarse exámenes periódicos. Hemos seleccionado 5 consejos para ti:
- Alimentación saludable: Consuma más frutas, verduras y cereales integrales. Alimentos ricos en licopeno, como el tomate y la sandía.
- Ejercicio Físico: La actividad física regular ayuda a mantener un peso saludable y puede reducir el riesgo de cáncer de próstata;
- Control de Peso: Mantener un peso corporal adecuado es fundamental, ya que la obesidad se asocia con un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata;
- Evite fumar y beber alcohol: No fumar y limitar el consumo de bebidas alcohólicas son medidas importantes de prevención;
- Exámenes Regulares: Realizar exámenes de PSA y exámenes rectales según lo recomendado por su médico puede ayudar en la detección temprana del cáncer de próstata.
Estas medidas no garantizan una prevención completa, pero pueden reducir significativamente el riesgo. Si tiene más preguntas o inquietudes, siempre es una buena idea consultar a un médico.
¿A qué edad puedo realizarme el examen preventivo?
La edad recomendada para iniciar las pruebas de detección del cáncer de próstata varía según el riesgo individual:
- Hombres con riesgo moderado: deberían comenzar a hacerse las pruebas a los 50 años
- Hombres de alto riesgo: incluyendo personas afrodescendientes y aquellos con antecedentes familiares (padre o hermano diagnosticados antes de los 65 años), deben comenzar a los 45 años.
- Hombres con riesgo aún mayor: aquellos con más de un familiar de primer grado que haya tenido cáncer de próstata a una edad temprana deberían considerar comenzar a los 40 años.
Estos exámenes generalmente incluyen la prueba de PSA (Antígeno Prostático Específico) y el examen rectal. Es importante discutir con un médico para decidir el mejor enfoque para su caso específico.
¿Si un hombre es diagnosticado con cáncer, esto puede afectar su capacidad de relacionarse sexualmente?
La relación entre el cáncer de próstata, su diagnóstico y tratamiento, y la impotencia sexual es compleja y multifactorial. Aquí hay algunos puntos importantes:
- Diagnóstico: En algunos casos raros, la impotencia sexual puede ser un síntoma inicial del cáncer de próstata, especialmente si el tumor está afectando los nervios responsables de la erección.
- Tratamiento:
- Cirugía (Prostatectomía Radical): La extirpación de la próstata puede dañar los nervios y vasos sanguíneos circundantes, esenciales para la erección. Incluso con técnicas que preservan los nervios, puede ocurrir disfunción eréctil.
- Radioterapia: Puede causar daños a los tejidos alrededor de la próstata, afectando la función eréctil.
- Terapia Hormonal: Utilizada en casos avanzados, puede reducir los niveles de testosterona, disminuyendo la libido y afectando la erección.
- Rehabilitación: Después del tratamiento, existen protocolos de rehabilitación de la función sexual que incluyen medicamentos orales, inyecciones de vasodilatadores, dispositivos de vacío y, en casos más graves, prótesis peneanas.
- Factores Psicológicos: El diagnóstico de cáncer de próstata y su tratamiento pueden impactar la salud mental, afectando la libido y la función eréctil.
La impotencia sexual después del tratamiento del cáncer de próstata es un efecto secundario común, pero existen varias opciones de tratamiento y rehabilitación disponibles. Es importante discutir todas las opciones con su médico para encontrar el mejor enfoque para su caso específico.
¿Aunque el cáncer haya ocurrido en un pariente, como el hermano de mi madre, en este caso mi tío abuelo, necesito realizar este examen más temprano?
Los parientes considerados para evaluar el riesgo de cáncer de próstata son el padre y los hermanos. De manera general, este caso específico sería considerado como riesgo moderado, similar a los hombres que no tienen casos en primer grado, y la rutina de detección de la enfermedad está indicada a partir de los 50 años. De todas formas, vale la pena consultar a un clínico para evaluar las particularidades de cada caso.
Para fortalecer aún más la concienciación a favor del bienestar del hombre, nos vestimos de azul en alusión al mes.