Si aún no leíste la historia de Verónica Curi, te invitamos a conocerla aquí. Ahora, queremos presentarte a otra mujer increíble de Vicunha: Nelly Puente. Su relato nos muestra lo que significa ser madre con fortaleza, resiliencia y, sobre todo, un amor incondicional que trasciende cualquier dificultad.

Nely se casó a los 15 años y, a los 17, enfrentó su primer embarazo en medio de una relación complicada. Durante el parto, vivió uno de los momentos más desafiantes de su vida: su hijo nació sin signos vitales, y tras angustiosos minutos, comenzó a respirar. Ese evento marcó su existencia para siempre: cada año de vida de su hijo es para ella una celebración, un recordatorio de todo lo que superaron juntos.

La vida le trajo nuevas pruebas: un segundo embarazo no planeado, retos emocionales, y más adelante, una separación difícil que la llevó a asumir por completo el rol de sostén emocional y económico de sus dos hijos. Nely habla con sinceridad sobre los desafíos que enfrentó: la culpa de haber estado ausente por trabajo, las ausencias que dolieron en la infancia de sus hijos, y el esfuerzo constante por darles lo mejor.

Hoy, Nely valora especialmente el presente: los momentos compartidos, las conversaciones, las películas en familia, y los pequeños detalles que hacen la diferencia. Consciente de que ser madre no termina nunca, nos recuerda que cada mujer que sostiene un hogar, que guía, que escucha y que sigue adelante a pesar de todo, es una verdadera maestra de vida.

Con esta historia, seguimos honrando a las mujeres de Vicunha: mujeres reales, con relatos que nos inspiran y nos enseñan que ser madre es mucho más que dar vida; es dar amor, dar fuerza y ser una presencia constante.

¡Feliz día de la Madre!