¿Sabes qué es la tecnología deepfake o has oído hablar de ella? O mejor dicho, ¿sabes lo perjudicial que puede ser para la seguridad de la información?
En los últimos años, la tecnología deepfake ha avanzado rápidamente, generando preocupaciones significativas en torno a la seguridad digital.
¿Qué es un deepfake? Es una técnica que utiliza inteligencia artificial (IA) para crear videos, audios e imágenes falsas, pero extremadamente realistas, de personas haciendo o diciendo cosas que en realidad nunca hicieron ni dijeron.
¿Cómo funciona el deepfake? La tecnología detrás de los deepfakes se basa en algoritmos de aprendizaje profundo (deep learning) y redes neuronales. Estos algoritmos se entrenan con grandes volúmenes de datos, como videos y audios de alta calidad de la persona objetivo, para aprender a replicar con precisión sus movimientos faciales, expresiones e incluso su voz. Una vez entrenado, el modelo puede generar contenido falso que parece completamente auténtico.
¿Conoces los tipos de deepfake? Existen diversas variantes, cada una con sus propias aplicaciones y riesgos:
- Deepfake de texto: utiliza procesamiento de lenguaje natural para simular textos escritos por personas reales, haciendo creer que son genuinos.
- Deepfake de redes sociales: crea perfiles falsos con fines maliciosos, como estafas o ataques de phishing.
- Deepfake de voz: genera audios falsos para engañar sistemas de biometría vocal o difundir información falsa.
- Deepfake de vídeo: emplea IA avanzada para crear videos realistas, reemplazando rostros o cuerpos en escenas.
- Deepfake en tiempo real: altera rostros durante transmisiones en vivo, como noticieros, lo que puede derivar en delitos como suplantación de identidad o falsedad ideológica.

Amenazas a la seguridad de la información
Las implicaciones del deepfake en la seguridad digital son amplias y preocupantes. Una de las principales consecuencias es el aumento del riesgo de ataques de phishing y de ingeniería social.
Manipulación de la información: los deepfakes pueden mostrar falsamente a figuras públicas, influyendo en percepciones y opiniones.
Delitos digitales: facilitan estafas y extorsiones al simular voces y rostros de personas reales.
Invasión de la privacidad: colocan a individuos en contextos falsos, muchas veces comprometedoras o dañinas.
Crisis de credibilidad: la difusión de estas falsificaciones debilita la confianza en los contenidos digitales.

¿Qué puedes hacer para protegerte? Para no caer en estafas, ¡presta atención a estos consejos de seguridad!
- Sospecha de los videos deepfake si notas: movimientos bruscos, iluminación inconsistente, cambios en el tono de piel, labios desincronizados con la voz.
- Verifica las fuentes: Asegúrate de confirmar la autenticidad de la fuente y busca múltiples confirmaciones antes de creer o compartir cualquier contenido digital.
- Mantente informado y enseña a otras personas como detectar el deepfake.
- Sigue protocolos básicos, como “confiar, pero siempre verificar”. Una actitud escéptica frente a mensajes de voz y videos no garantiza que nunca seremos engañados, pero puede ayudarnos a evitar muchas trampas.
El primer paso para evitar una estafa es no actuar en automático. Detente, piensa y desconfía siempre.
Los deepfakes representan una amenaza creciente para la seguridad digital, por lo que es fundamental adoptar una actitud proactiva y colaborativa para proteger tanto a personas como a organizaciones de sus efectos nocivos.