Ser madre es escribir cada día una historia única de amor, fortaleza y resiliencia.
Es un amor que no entiende de límites, que se reinventa frente a los desafíos y que abraza incluso las pruebas más duras.

En Vicunha, en este Día de las Madres, queremos rendir homenaje a esas historias que nos inspiran y nos conmueven profundamente. Hoy compartimos el testimonio de Verónica Curi, parte de nuestro equipo de Recursos Humanos en Ecuador, una mujer cuya historia refleja el poder del amor materno y la fuerza de nunca rendirse.

A los 18 años, Verónica sufrió un accidente eléctrico que cambió su vida: perdió su pie derecho y comenzó a usar una prótesis. Sin embargo, eso no detuvo su camino. A los 22 años llegó a Vicunha, donde empezó trabajando en limpieza, conoció a su pareja y, a los 24, enfrentó su primer embarazo.

Contra todos los temores, especialmente por su discapacidad, Verónica vivió un embarazo lleno de aprendizajes. El segundo embarazo no fue más fácil: hubo caídas, reposo, noches difíciles. Pero nunca soltó su fe ni su determinación y así llegaron sus dos hijas, quienes hoy son su mayor alegría y orgullo.

Verónica enseña a sus hijas a nunca avergonzarse de sus padres, a ser fuertes, a prepararse para ser mejores, porque el verdadero amor materno es también un amor que enseña y que sueña con un futuro mejor para los hijos.

“Madres: historias únicas de un amor infinito”, Vicunha celebra a mujeres como Verónica, que cada día nos muestran que el amor de madre es inquebrantable: un amor que supera caídas, que crece entre desafíos y que, por encima de todo, sabe agradecer.

Este mes tan especial es para honrar a todas esas madres increíbles, sus historias y, sobre todo, la grandeza del amor que siembran.

¡Feliz Día de las Madres!